martes, 22 de agosto de 2017

María Hernández Reyes, LA CABUQUERA. Valle de San Lorenzo

María Hernández, Antonio Bello, y sus hijos, Severiano, Josefina, Juana
y Argelia Bello Hernández. c. 1920

María Hernández Reyes, LA CABUQUERA. Valle de San Lorenzo

El apodo de María Hernández Reyes, La Cabuquera, esta asociado a El Cabuquero, en Aldea Blanca, por que en algún momento residió en este un pago de San Miguel de Abona.
María Hernández Reyes, La Cabuquera, regentaba en Llano Mora, junto con su marido, una tienda, un molino de gofio y un taller de rosetas, en el que trabajaron un buen número de vecinas del Valle de San Lorenzo. Se elaboraban rosas o rosetas, pero asimismo recogía las que confeccionaban otras mujeres en sus casas, como de la vecina de Las Galletas, Rosario Domínguez Rodríguez. Lo usual era que la persona que las comercializaba aportaba el hilo, les recogía las rosas y se les abonaba, por docenas, a las roseteras; y después se encargaba de unirlas y producir los paños. Desde el Municipio de Arona se llevaban en muchos casos a Vilaflor o a San Miguel, donde las recogía Constanza Gómez Rodríguez. En el Valle de San Lorenzo coexistieron, o se alternaron, otros talleres, como el de Carolina Reverón, en Chindia; el de Ofelia González, en Llano Mora o el de María Hernández Rodríguez, Mariquilla, en La Calle.
En el Censo de Población de Arona, a 31 de diciembre de 1920, María Hernández Reyes consta inscrita en el Valle de San Lorenzo, con 40 años de edad y cuya profesión es el comercio; casada con Antonio Bello Cuesta, de 45 años y de profesión labrador; inscribiéndose además sus hijos: Severiano, de 19 años; Josefina, de 16; Juana, de 14; y Argelia Bello Hernández, de 7 años. Familia que se recoge en una fotografía obtenida alrededor de ese año.

Documentación: BRITO, Marcos: Nombretes en el Sur de Tenerife. Llanoazur ediciones.