lunes, 6 de marzo de 2017

Anuncio de arado para combatir un insecto en el trigo. 1933


Anuncio de arado para combatir un insecto en el trigo. 1933

El cereal era un cultivo de secano, por lo que en épocas de falta del agua necesaria para su desarrollo se pasaba por grandes dificultades para el abastecimiento de la zona. Otra dificultar añadida fueron las plagas de langostas, con mención puntual a la de 1801, cuando los naturales se veían obligados a emigrar a las bandas del norte para mendigar el pan. O las más cercanas de los años 1932, 54 o 58. Por si no fuera suficiente con los periodos de escasez de lluvias y las plagas de langosta, en la década de 1930 se produjo otra razón para el desasosiego: la introducción de un insecto, “Cecidomya destructor” conocido por “el bicho”, que atacaba al trigo blanco y barrenaba su espiga, tumbándola.
Aún en 1942 y a través de un informe de la Hermandad de Labradores de Arona se tienen noticias de este insecto. La escasez de trigos propios para la siembra en la costa dio lugar a que quedasen algunos predios en los cuales no se verificó este cultivo, y por otro lado la falta de las cantidades necesarias de trigo moruno o marroquí motivaron hacer siembras de otros trigos más indefensos a la plaga del insecto llamado comúnmente “Bicho” que ha dañado grandemente algunas plantaciones. No obstante, las siembras de este cereal se han desarrollado generalmente bien prometiendo una buena producción.
En esos años este insecto fue la razón por la que se implantara otra variedad de trigo; para contrarrestar este ataque se plantó trigo morisco, trigo aliznegro y mayor cantidad de cebada.

Documentación: BRITO, Marcos: Análisis de una infraestructura agraria: las eras en el Municipio de Arona. Llanoazur ediciones