miércoles, 8 de febrero de 2017

Juana Ramos e hijos. Los Abrigos

Juana Ramos e hijos. Los Abrigos


La presencia de la mujer en la comercialización de la pesca es lo que se relata en Pescadoras, marchantas o barqueras. Vendedoras de pescado en el Sur de Tenerife. Se ha anudado a través de sus evocaciones, en las que han rememorado sus periplos, sus andares por tortuosos caminos, las vicisitudes por las que transcurrieron sus idas y venidas, con la carga a la cabeza.
Como Juana Ramos Socas, pescadora en Los Abrigos, Granadilla de Abona. La lista de las pescadoras de Los Abrigos, como en todos los pueblos costeros, se hace interminable, tal como apunta Candelaria Marcelino: Todas vendíamos pescado, Dolores, tía Juana, tía Antonia Fariña, Eusebia, gente más vieja y después nosotras más jóvenes. De la época mía estaba yo, yo por delante, estaba Carmen mi cuñada, estaba María Elena, que era mi hermana, estaba Lourdes, todas, un montón.
Y es su hija Juana Marcelino Ramos la que recuerda esos momentos al iniciarse con su madre en las labores de venta de pescado. Juana Marcelino recuerda ir con su madre, Juana Ramos Socas, siendo una niña, el día que no tenía escuela, pues día de manita con ella, yo era la más pequeña. Con unos 14 años comenzó a recorrer con otras compañeras, realizaban el camino juntas y luego se distribuían por diferentes zonas, como cuando se desplazaba al Valle de San Lorenzo. Partían desde Los Abrigos hacia Aldea y por el Camino de las Cruces se adentraban en el Municipio de Arona, alcanzando Buzanada, para luego ir a Cabo Blanco o al Valle de San Lorenzo. Íbamos dos o tres compañeras, si íbamos pal Valle por ejemplo, ella cogía por una calle yo cogía por la otra, o ella se quedaba en Cabo Blanco y yo iba pal Valle.

Documentación: BRITO, Marcos: Pescadoras, marchantas o barqueras. Vendedoras de pescado en el Sur de Tenerife. Llanoazur ediciones