viernes, 16 de octubre de 2015

Primer programa de los festejos en Los Cristianos. 18 y 19 de octubre de 1924

 
Primer programa de los festejos en Los Cristianos. 18 y 19 de octubre de 1924

El 18 y 19 de octubre de 1924 se celebraron los primeros festejos en honor de Ntra. Sra. la Virgen del Carmen, en Los Cristianos.
La Ermita en honor a la Virgen del Carmen, en Los Cristianos, se bendice el 19 de octubre de 1924, Parroquia a partir del 1 de enero de 1964, y se realizan los primeros festejos. Iniciándose el día anterior, 18 de octubre, con la procesión de las dos de la tarde de este sábado en la que se trajo la primera Imagen de la Virgen Marinera desde la Parroquia de San Antonio Abad, en Arona.
“Rezumaba calma, sosiego, sencillez. Plantada como estaba en tierra reseca, a lo sumo impregnada de sacrificio. En su edificación trabajaron grandes y chicos, pudientes y menos pudientes. Unos con aportaciones, como Elena Tavío que regaló el piso; o Carmen Herrera que donó la primera imagen del Carmen. Los más acercando materiales, como las cabezas de tosca de la Tosquera, de María Amalia Frías Domínguez, quien cedió los terrenos que ocupan la Ermita y la plaza. Un destacado maestro de obras que trabajó activamente en su construcción fue Manuel Melo Cabeza; José Almeida se encargó de la carpintería y del techo. Cabezas de cantos, barro y lajas; de este modo progresaron sus muros, recubiertos con cal y arena. Y la cal, por supuesto, de una de las mejores caleras de las islas: El Camisón.
La Ermita era de una sola nave, pequeña, cual invitación al recogimiento. Si en su exterior denotaba la obligada austeridad que imponía la economía, incluso sin el acompañamiento alegre de un campanario; en su interior esa sobriedad se acrecentaba: piso de mosaico y techo de uralita. Y según el inventario realizado a comienzos de la década de los años treinta por el párroco de San Antonio Abad, en Arona, José Siverio Díaz, contenía tres imágenes pequeñas: la Virgen del Carmen, la Milagrosa y San José; y poco más: un armónium, un cáliz, dos casullas, una blanca y otra negra, un alba, seis candelabros, un misal deteriorado y tres bancos de tea. Y es en estos años primeros años de esta década de los treinta cuando se construye el campanario y la sacristía, en esta última trabajó de albañil Manuel Melo Cabeza y de carpintero José Martín Melo. Y en su trasera se elevaban las laderas y el perfil majestuoso de la Montaña Chayofita, donde escarbaron sus viviendas una buena parte de nuestras familias, de nuestros vecinos.”

Documentación: BRITO, Marcos: Los Cristianos 1900-1970. Vida cotidiana y fiestas populares.]. Llanoazur ediciones