lunes, 13 de octubre de 2014

Colores del Sur 13. Porretas y pipas

Colores del Sur 13. Porretas y pipas

Los higos picos se comen frescos y se almacenan secos como fuente de alimentación para el invierno. Hay toda una ciencia por la que deambular en busca de su denominación correcta. Las porretas son los higos picos pelados, se les retira lo menos posible de la piel para que no se desgrane en el proceso de pasado. Las pipas son los higos que estando más verdosos no se pelan, estos se abren como si nos lo fuésemos a comer frescos. Antes de pelar o abrir, ya sean para porretas o pipas, “se escobiaban y barrian” para quitarles los picos, con escobas de balo, de margazas o de pino. Luego se tendían varios días al sol, en los pasiles. Pasados esos días, que podían ser de ocho a diez, dependía del sol, se recogían una mañana temprano, que estuviesen serenaditos que era mejor para lidiar con ellos.
Palabras de Victorino Gómez Oramas [San Miguel de Abona, 1918 - 2012, Valle de San Lorenzo] recuerdan los trabajos de esta fatigosa labor: Un año pelamos dieciséis costales. Mi hermano dice: este año vamos a pelar todos los higos. Empezamos en Cho, que tenía tres pedazos mi padre allabajo y terminamos en Gonzalo, del Frontón pacá, que dicen Gonzalo. Sacos desos que vienen con las papas los lavaba bien mi madre y ahí se empaquetaban, se llenaba el saco y después se ponían en la tonga, entongados, los porretas. Y teníamos un cajón grandísimo, que yo no se cuanto llevaría, pelamos dieciséis costales de porretas.
Higo pico seco, por el sol, que atesora una amplia gama de canelos, todos los canelos posibles. Alimento de gran arraigo en esa realidad de penurias. Y en la actualidad un manjar para el paladar que quiera recuperar viejos y sabrosos sabores.

Fotografía: Porretas y pipas (en mayor número, con semillas resaltadas). Elaborados por Pablo Delgado Delgado, Valle de San Lorenzo, 2010.