lunes, 9 de junio de 2014

Cine Marino. Los Cristianos, década de 1960

Cine Marino. Los Cristianos, década de 1960

El Cine Marino se fue gestando desde mediados de la década de 1950, como así consta en acta del 30 de abril de 1956 del Ayuntamiento de Arona, donde se da cuenta de escrito que formula Vda. e hijo de Juan Bethencourt Herrera, sobre instalación en Los Cristianos de un cinematógrafo y la Corporación acuerda quedar enterada. En el escrito que se remite desde el Gobierno Civil y que se envía a través del Ayuntamiento de Arona a Sres. Viuda e Hijos de D. Juan Bethencourt Herrera, se les comunica, con fecha 15 de enero de 1959: se acordó conceder dicha autorización a los solicitantes pero con la prohibición de que se dediquen a explotar el local antes de que esté completamente terminado.
Se debió presentar un nuevo proyecto ya que desde el Gobierno Civil se le remite al Ayuntamiento de Arona, con fecha 5 de junio, la ratificación de este Gobierno Civil a la propuesta realizada por la Junta Consultiva e Inspectora de Espectáculos Públicos por la cual examinado el proyecto de construcción nuevamente propuesto, para cinematógrafo en la localidad de Los Cristianos por los Sres. Vda. E hijos de D. JUAN BETHENCOURT HERRERA, se acordó autorizar dicha construcción por considerarse conforme al reglamento. Según la piedra labrada que cubría las ventanas de la taquilla, trabajo realizado por Germán Alonso Melo, su apertura debió serlo en 1960, con una capacidad de 255 butacas.
Taquilla del Cine Marino. Los Cristianos
      
Bibliografía: BRITO, Marcos: Los Cristianos 1900-1970. Vida cotidiana y fiestas populares. Llanoazur ediciones

Fútbol en Arguayo. Santiago del Teide. Década de 1950

 
Fútbol en Arguayo. Santiago del Teide. Década de 1950

La práctica de este deporte conllevaba situación curiosas, contempladas con los ojos actuales. Las escasas carreteras, la falta de transportes públicos regulares, motivaron que muchos de los traslados se realizaran a pie, en camiones o en lomos de animales de carga. Al trabajo, a la verbena, a la fiesta o a jugar los partidos de fútbol, como es el caso de este equipo de Arguayo, que bien pudiera prepararse para enfrentarse con alguno de los equipos vecinos, a cuyo lugar había que ir por veredas y malos caminos de herradura.

Bibliografía: BRITO, Marcos: Paisaje en las Bandas del Sur [Tenerife 1890-1960]. Llanoazur ediciones