lunes, 20 de enero de 2014

20 de enero de 1902. Encendido del Faro de Punta de Abona

 

 
  Faro de Punta de Abona
A finales del siglo XIX por el Sur de Tenerife se transitaba por veredas y caminos, la carretera general del Sur aún andaba por el Valle de Güímar y los proyectos de los enlaces de las medianías con la costa se iban imaginando. Y fueron construyéndose, ya en las primeras décadas del siglo XX las carreteras de Arico al Porís de Abona; de Granadilla de Abona a El Médano; de San Miguel de Abona a Los Abrigos; de Arona a Los Cristianos; de Adeje a La Caleta o de Guía de Isora a Playa de San Juan. Lo que posibilitaba, a falta de otras vías de comunicación terrestres, que los productos agrícolas llegaran lo más rápidamente al punto de salida hacía el exterior, al Puerto de Santa Cruz de Tenerife.
Faro de Punta de Abona, 2005

El aislamiento se rompía a través de los barcos de cabotaje, para cuya labor tampoco existían embarcaderos, y con los faros, el de Teno y el de la Punta de Rasca, que facilitara la navegación iniciando su funcionamiento a finales del siglo XX. Y el que se construye en la Punta del Silvador, en la Punta de Abona, que arrastró un lento proyecto, como todos los de este Sur, que se aprobaba a finales de 1896 y cuyas condiciones de contratación de obras se publica en mayo de 1897, con un presupuesto de contrata de 49.407,14 pesetas. Se adjudicaban en junio de 1897 a Gaspar E. Fernández, constructor de diversas obras públicas en el Sur de Tenerife, y se dan por concluidas en diciembre de 1898, cuando a la Jefatura de obras públicas se le autoriza a su recepción provisional.
En la prensa se informaba de su inauguración, de su encendido, el lunes 20 de enero de 1902, después de tres años de construido. Las características de este faro era de relámpago de grupo de 3 destellos blancos, con un alcance luminoso de 16 millas.
La torre forma parte de la masa del edificio y ocupa el centro de la fachada que mira al mar; todo el conjunto está pintado de color amarillo de ocre, con aristones de sillería gris oscuro.
El foco luminoso está elevado 22,9 m. sobre el nivel del mar y 6,50 m. sobre el terreno.
La luz del Faro de la Punta de Abona comienza a alumbrar el 20 de enero de 1902, iluminando, guiando, a los barcos de cabotaje que hasta esos momentos navegaban por una zona oscura al perder las referencias del de Anaga y el de la Punta de Rasca.