miércoles, 4 de septiembre de 2013

Tarro de ordeño


  Tarro de ordeño
 
Vasija de barro cocido que el cabrero utilizaba para recoger la leche del ordeño de las cabras. Es una reproducción de los tarros utilizados en el Sur de Tenerife, de los que también hay referencias de los que poseían dos vicos y dos asas. Ha sido elaborado por Juan Manuel Pérez García, Meme, artesano que tiene su taller, Taller Alfarería Meme, en el Paseo Dinamarca de Los Cristianos.
Salvador González Alayón, vecino de Arona, recuerda que su padre Antonio González Alayón utilizaba un tarro de ordeño elaborado en Garañaña, San Miguel de Abona, de dos asas, vico y con capacidad para unos 7 litros. Él tenía una piedra en la parte norte del corral, una piedra que estaba allí desde que fue de cabrero, una piedra como que era de cantería y él se sentaba allí y la cabra se ponía arrimada a él, hasta la cabeza por atrás de él. Y yo, me cogía mi padre en brazo y le decía, padre cuando voy por el tarro. Dice: todavía no. Porque a él le gustaba que el ganado reposara, que la cabra después que está en el corral baja leche.
La alfarería tradicional tuvo en La Montañita de Garañana una manera particular de elaborar el ajuar necesario para el desenvolvimiento cotidiano. Tostadores, ollas, bernegales, tarros de ordeño, braseros o platos, son algunos de los utensilios que de manera artesanal se elaboraban en este último enclave alfarero que pervivió en San Miguel de Abona hasta casi la llegada de la mitad del siglo XX.
Otro cabrero, Vicente Delgado Rodríguez, el natural de Chirche, recuerda que su padre, Ezequiel Delgado Martín, que durante varias décadas cuidó cabras en la zona de Guía de Isora, ordeñaba en un tarro de barro cocido. Era así cómodo como pa ordeñar de así de atrás palante y después tenía un viquito pa vaciar la leche, con un asa.
José Trujillo González refiere un hallazgo de su padre, Juan Trujillo, cuando alrededor de 1930 tuvo las cabras en El Salguero, Vilaflor, y ordeñaba en la cumbre en la zona de camino hacía Boca de Tauce. Lo único que había en casa era un tarro que llevaba una lata leche, se lo jalló mi padre en el corral de las chozas del Lomo del Asiento. En un pino que tiene dos pernadas, y en las dos pernadas estaba metido. Un día ordeñando, dice: ¿y esto que está asomando aquí?. Le quita el pinocho y era un tarro. Desde cuándo estaría aquello allí, alguno lo dejó allí.

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